Viendo la nostalgia de tu mirada,
en esa foto de azul y blanco,
traes a la memoria mia,
cubiertos por la escarcha de los años,
recuerdos casi olvidados,
de la niñez y de la adolescencia mia,
Se cuelan entre flancos de ausencias,
los olores de mi infancia,
que igualmente se reparten,
entre los higos del patio solariego en Venezuela,
y los naranjos en flor de la amada España mia,
Entre cedros y apamates,
cons sus flores cubriendo ¡completita!,
la cuadra de mi casa,
llenandome el cuarto de olores,
y de ilusiones de muchacha enamorada,
Del bullicio de las amigas,
correteando por la sala,
de mi madre en la cocina,
¡y de mi padre!.., complice inaudito,
de todas mis fechorias,
entre risas y cánticos,
de las dos patrias mias...
Ya no hay mas canciones bonitas,
ni el olorcillo que manaba la cocina,
no corretean mas las amigas,
Las Medinas..., Las Zerpas..., Las Branger...,
todas ellas ¡alegres!... ¡ilusionadas!...
¡cantando!...¡enamoradas!...
comiendo higos en el solar,
o por los pasillos de la casa...,
Ahora la violencia impera,
por la calles de mi querida Venezuela,
¡el miedo a decir que no!...,
¡a ser o llamarse diferente!...,
por si se quedan sin trabajo y sin comida...,
¡hay que agachar la frente!...,
¡hay que doblar las rodillas!...,
¡Cómo te añoro Venezuela de mi infancia!
¡Cómo quisiera aquella libertad
de la adolescencia mia!...,