Sólo en la soledad de la naturaleza uno piensa que todo en la vida pasa, sin motivo alguno. Nos sentamos a ver la lluvia caer, mientras la melancolía fluye a través del sonido de las gotas caer, el ambiente se respira diferente mientras la nostalgia nos invade,aun en calor de una desolada habitación. En una mirada triste del paisaje mojado nos encontramos a nosotros mismos haciéndonos preguntas sin respuesta sin motivo alguno. Solos..En la inmensidad de la naturaleza,que se mira triste desde la ventana en una habitación, con nada más que nosotros mismos en un error que detiene al tiempo para nosotros. Y cuestionando inútilmente al pasado nos Decimos. ¿Qué pasara entonces?. ¿No lo hicimos bien? ¿Ya deberíamos olvidarlo de una vez? O
¿Es que nos gusta sufrir en las noches lluviosas?
Nadie lo sabe verdaderamente, pues la naturaleza aparentemente no contesta en noches lluviosas. Indeseable sensación que pugna entre el juego del ayer y la realidad del presente. Sólo la melancolía que viaja con la música himnotizando nuestro oído mata el rato y a nuestros pensamientos, música que separa la razón del corazón haciéndonos más libres, haciéndonos sentir con las notas aquella emoción que extrañamos con el alma. Miserablemente.. Sólo sucede por instantes pues el momento es eso y nada más. Después sólo es la sensación del vacío si no tienes a nadie a quien llamar. a quien amar o a quien querer, la soledad de la oscuridad y serenidad de las noches lluviosas te invade, No hay deseo ni anhelo,Y a veces ambición de compañía, en donde sólo está la cama y una almuada, un techo con lámpara que no deja de ser solitaria en la inmensidad de la nada, que nos tiene cautivos con la mirada fija. Y eso provoca sentir y recordar que hoy como ayer estamos. Solos.