Aun vives en mi

Llegaste como la noche
penetraste por el poniente;
iluminaste mi vida,
como un sol ardiente.
Tus besos como nectar,
tus caricias cual arpegios,
pude escalar tus senos
y recorrerte con mis dedos.
En lo profundo de tu vientre
escribì un gran poema,
fuiste mi amor y confidente,
un gran amor de primavera.
Aùn te amo, vida mìa,
y te he de seguir amando.
Eres como un dulce melodìa
que me sigue deleitando.
El destino me aleja de tì,
cuando màs te necesito,
pero siempre viviràs en mì,
como un recuerdo bendito.