UNA NIÑA LLAMADA AMORES No.3

Crees conocerme en tu letargo
más no soy eslabón de tu elección,
fraguarte el destino es mi encargo,
en ti, ejecutar raudamente la lección.
Estoy en la esquina del ávido,
quien desea aplacar su sufrir
y no en el tinaco enardecido
de un ser que no sabe latir.
No asimilas aun mi esencia
repleta de virtudes para amainar,
cultivo rosas en tu presencia
y no ves la trocha por caminar.
Te he buscado cazadora incansable
mas no te dejas tortuoso conquistar,
mostrándome ante ti deseable
en mis brazos niegas descansar.
No soy la quimera imposible
que en bocas clandestinas mendigas,
existo guardián, esperando apacible
muestres las penas que diario mitigas.
Mendigo algunas veces corazones
que quieran asilarse en mi consuelo,
rellenando sus almas de pasiones,
despegando su ser del suelo al cielo.
En la plenitud añorada de mis ahijados
retiro pensamientos que asimilan lejanía,
soy placer y descubro la antigua fantasía,
en la ilusión perdida de los humanos.
Soy el misterio recóndito entre el camino
y el inicio del amor que fue postergado,
recobro un beso que sin querer fue negado,
transportando el querer de lo divino.
Soy en tu vida, algo más que un instante,
algo más que una sombra, más que codicia,
quiero ser y soy, donde encuentras la delicia
una sola verdad y un recuerdo constante.
Quizás soy en tu vida, una pena de ausencia,
un dolor de distancia ó una eterna amistad,
algo más que una imagen, faro de libertad,
mucho más que un ensueño en tu presencia.
Soy el llanto en tus ojos y en tus labios la risa,
soy el fin, el principio, la tiniebla y el albor,
la tierra y el cielo y de la muerte su ardor
que en su constante viajar te lleva con prisa.
No estoy en lo que a diario tu vista requisa
con ansia extrema de encontrar pasión,
estoy mas allá de la fugaz comprensión
del amor casual que tu reputas premisa.
Camino sin descanso en mi bregar
bendiciendo la ilusión de algunos,
cultivando semillas sin negar
que mi futuro sigiloso esta en unos.
Encarno en unos, cruzada prometida
la promesa de un amor quimérico,
desembolso expedita, deuda atrasada,
pendiente de un ayer numérico.
Engendro en mi vientre sus congojas
dispensándoles luego vastas pasiones,
mendigan de mis ramas secas, sus hojas
a cambio les ofrendo mil estaciones.
Fomento insensata agravio y bienestar,
recogida me oculto entre odio y pasión,
no soy huella que a tu lado quiere estar
si no me brindas de tu alma la emoción.
Llevo tus impaciencias en mí prendida
y te acaricio entre placeres que escondo,
remozó con tu cura mi secreta herida
ser de mi matriz, que alimento en el fondo.
Rescatando vivo a todos de sus miedos,
mostrándoles en sus pasos mi esencia,
queriendo sanar las llagas de sus dedos
dejadas por la falta de mi presencia.
Soy mas de lo que sueñas,
soy matarse muchas veces mucho,
te enseñas, sales otro, más despierto,
te borras con la toalla la inocencia
y te secas, desnudo y descarado.
Así mi cuerpo que se hace memoria
regocija los poros de tu cuerpo
y te presiente en la inquietud
de todo lo diáfano que toca,
en el mando a distancia de la música,
en el papel donde reposa un poema,
en el hielo desecho por tu fuego,
igual que se descompone una mañana
tras aparecerme en el alba.
Soy quien te mira desolada
adivinando en tus noches confusión,
logre extrañar tus pensamientos
porque se que en ellos estoy,
extraño tu mirada polvorosa
porque en ella me puedo ver,
extraño tus silencios matutinos
porque en ellos dices tantas cosas
que al fin puedo comprender,
extraño tus palabras, todo de ti
desde tu presencia hasta tu rostro.
Estas letras de amor las declamo,
arrancándole furtiva al silencio,
palabras cargadas de dulzura
que me llevaran hasta ti,
como sumisa brisa de junio ó abril
para rozar tu rostro y tu figura,
delineando tu silueta con mis labios
como hice tantas veces y no me viste venir.
Viví aprendiéndome de memoria
tu piel con mis besos,
bebiendo el néctar de tu aliento matutino,
respirando la fragancia de tu cuerpo
y logrando victoriosa renacer
en la primavera de tus días.
Soy el tiempo que no detengo,
vengo de no saber de dónde vengo,
para decir amor, sencillamente,
para pensar amor, sobre tu frente,
sostengo qué sé yo, lo que sostengo,
para no detener lo que detengo.
Toda mi piel gozó tu piel un día,
toda mi noche se encendió en tu púdica
palabra herida y sin futuro,
siembro en surcos y versos mi simiente
para poder subir contra corriente.
Tengo sujeto aquí, no sé qué tengo
venir es un recuerdo, si se llega
pensar es una huida, si se toca
sembrar es una historia, si se siega,
sólo acierta en amor quien se equivoca
y entrega mucho más de lo que entrega.