Ay! Hay quien no sabe, no ha sentido
como duele volverse viejo y jorobado.
Sentir adolorido como los huesos
a diario se inflaman, se tuercen,
se secan, se reducen de tamaño.
Nuevas formas desde adentro emergen;
la convexa curva prominente del camello
y de tortuga hundida la cabeza…
Ah! pero tampoco saben de experiencia…
que poco a poco cada arruga, cada cana
va acumulando de año en año la sabiduría.
El tiempo entrega otro tipo de belleza;
al mismo lerdo ritmo que purifica el alma,
fuerza cambia por espiritual grandeza!
West Jordan, Utah
Abril 24, 2006 5:00 p.m.