Un día de diciembre llegaste a mi vida, desde entonces vuelvo a sonreír, aunque se que lo nuestro es imposible pues hay otra persona que nos separa. No la conozco, pero la tengo que odiar porque él tiene parte de mi felicidad, te tiene a ti.
Siempre sueño con lo felices que seríamos si estuviéramos juntos, pero cuando vuelvo a la realidad mis ojos se inundan, pues se que eso nunca pasará.
El destino ha sido cruel conmigo y me castiga sin piedad, puede que sea mi culpa, que ahora esté pagando las locuras que hice, aunque todo fué por amor. Quizás yo no esté hecho para el amor, quizás debería dejarlo todo, olvidar todo e irme muy lejos de aquí, ir a un lugar lejano para no enamorarme nunca más. Pero tu recuerdo me ata, el brillo de tus ojos me hechiza, tu sonrisa me da vida y yo no puedo vivir sin eso.
Siempre he dicho que es mejor no haber nacido que vivir para llorar, pero también prefiero llorar de amor que no haberte conocido…
A pesar de todo creo que seguiré mirando tus ojos, escuchando tu voz, soñando con besar tus labios y pensando en ti, ya que eso me basta para ser feliz.
Espero que nunca desaparezcas de mi vida, jamás te olvidare porque eres lo mejor que me ha podido pasar. Te quiero mi niña!