Hoy recibí tu carta de despedida,
extrema sorpresa en tus líneas valientes,
se te apaga tan despacio la vida...
se te alejan los aires permanentes.
Hoy recibí una cuasi testamento
unas palabras de adios que me partieron,
amiga mía! en cada tejido lo siento
en todos los poros que hasta ayer ardieron.
Hoy recibí la cruz de una impensada
manera de despedirse de este mundo,
un paso que refleja futuras miradas
desde otro cielo que roza vagabundo.
Hoy recibí, de tu calma, la injusticia
de saber que no estarás rodeando estamentos,
amiga un hasta luego! me duele la noticia
aunque tendrás tu esencia, vagando en mis vientos.