Mi adorable amapola.

Quien sabe si apagada
la luz que brillaba en sus amores
y en su tierna mirada
expresa sinsabores,
y marchitos fenecieron sus colores.
Y con amor suplica
ven a mi ser, mi amante más querido
y aunque nada ella explica
de ese amor decaído,
en el alma de mi bella yace herido.
Levántate ¡oh, aurora!
y dime con tu luz de amanecer,
¿por qué razón ahora
le viene a acontecer
sufrir ese martirio en su querer?.
Si ella tanto brillaba
con luz maravillosa y cegadora
y al amor le cantaba
mi adorable señora
sus canciones de ninfa seductora.
Dime tú verde valle
si vive con tristeza mi amapola,
di si su rojo talle
de púrpura arrebola,
pues la sigo yo amando y no está sola.
El poeta
desconocido.
4/4/013