Para siempre...Poema de martha humphrey

Para siempre
Cual hermosa golondrina
llegaste a mi vida,
posando tus alas
en mi mundo desorientado.
Me protegiste de todo peligro
y me abrigaste dulcemente
bajo el calor de tus alas.
En ti encontré paz
esa paz que mi pequeño
corazón anhelaba,
me cuidaste con esmero
y me diste tu protección
demostrándome siempre tu cariño.
También me inculcaste
las buenas costumbres
y moldeaste mi vida
a tu semejanza;
tenias un mundo
de sueños para mí,
sin importarte
que por mis venas
no corriera
una gota de tu sangre.
Hermosa golondrina
hoy te dedico estas lineas,
con ellas te quiero expresar
lo mucho que me ha dolido
tu deceso;
hoy te extraño más que nunca
y recuerdo con tristeza
aquel día que por última vez
acaricie tus cabellos plateados.
¡Cómo recuerdo tus sabios consejos!
recuerdo todo eso como si todo
lo hubiese vivido ayer.
¡Qué tiempos los del ayer!
Hoy te extraño tanto
que mis ojos se nublan
por el llanto.
Desde que te fuiste
algo cambio dentro
de mi corazón
porque tu muerte se ha llevado
gran parte de mis sueños.
Con lágrimas en los ojos
recuerdo aquel día gris,
mi pequeño corazón
te amaba tanto
Y no podía comprender
el porque Dios
te separaba de mi vida.
Fuiste mi sol,
ese resplandeciente sol
que alumbró mi vida por varios años.
Fuiste mi lucero,
ese lucero que solía brillar
en mis noches de oscuridad.
¡Hermoso Sol!
¡Precioso Lucero!
Hoy te doy las gracias
por haber sido parte de mi vida;
desde que te fuiste
ya han pasado muchos años,
pero aún me pregunto
¿Por qué Dios mío,
por qué te la llevaste de mi lado?
Y cada vez que te recuerdo
me es inevitable
contener mi llanto.
Recuerdo tus sienes plateadas,
recuerdo tu tierna sonrisa,
esa sonrisa que ha quedado grabada
para siempre en mi memoria.
Que triste tarde aquella
la tarde que te fuiste a descansar,
quería quedarme contigo
en aquel sepulcro gris.
Ahora ya no estás en mi vida diaria,
sin embargo,
sigues viva en mi corazón,
allí vivirás para siempre
hasta que podamos
encontrarnos de nuevo.
¡Hermosa golondrina!
¡te quise mucho! ¡mucho!
Te supe respetar
como a mi propia madre
y te juro que tu recuerdo
lo llevaré en mi memoria
hasta el ultimo día de mi existir.
En mi corazón
seguirás viva
¡Para siempre!
Palabras del alma
Martha Humphrey
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