Se anida en el alma, ¡un dulce recuerdo! y el correr de una làgrima, de tu sonrisa guardo. Una pena grande se me anida, y ese viento gime en su herida. ¡ ya no hay vida! ni tampoco hubo despedida. Fue aquel joven llanero, ¡amigo de mis hijos! de pasos sinceros. de tiernos ojos, avellanos y luceros. ¡Te fuistes un día! quedando triste la mañana. sin sol,ni nubes y caricia, bajo la luz temprana, que llora todavìa. Adiòs muchacho sabanero, adiòs valiente llanero. al canto de tu alma pura, el adiòs de tu llanura. ¡a tu cielo rimero! SOL.
Querida Sol: Siento la perdida de este muchacho amigo de tus hijos y bien querido por ti.Es triste saber que alguien ha muerto y cuando es joven da mas pesar. DIez.......... Un abrazo, Ivette Rosario.