Cabalgando por las nubes, al paìs de los encantos,
a los niños divertìas,
y aplacabas todo llanto.
Ahora es tarde caballito,
caballito de madera,
ya no hay gritos,ya no hay risas,
ya no hay niño que te viera.
Empolvado en esa esquina,
oyes gritos de alegrìa,
solo y triste te han dejado,
por juegos de baterìa.
Se acabaràn tus tristezas,
y ese polvo que te mancha,
ya muy pronto caballito,
cabalgaràs a tus anchas.
Llevaràs en tì montado,
sube y baja muchas veces,
a un jinete bien portado,
¡solo espera nueve meses!