Adiós tempestad

Después de tanto agitar el mar
hoy veo aclarar el día
y siento reinar la paz
tan tuya y tan mía.
En mi rostro se dibuja la sonrisa
que hace mucho tiempo no veía asomar
por los valles de cenizas
que mis ojos fueron a cegar,
llega la alegría
como cálida caricia
al despertar del abandono en que vivía
cuando la angustia me embriagaba con malicia;
la soledad, mi fiel amiga,
se va resignando a marchar,
en mis días ya no tiene sintonía
ni canciones que cantar.
He vuelto a la vida
y pensar que la creí perdida
cuando el dolor me poseía
en contra de mi voluntad
debo confesar, sí,
añoro aún con lealtad infinita
los momentos que hoy en el pasado habitan
y que quisiera revivir
momentos bellos de armonía
cuando el Amor respiraba en Ti
y era la realidad una fantasía
si compartías el aire junto a mí,
cuando contemplaba el brillo de tus ojos
y tus labios veía sonreír
ofreciendo sus manjares para mis antojos
la miel y el alimento para mi vivir.
Recuerdos, así han de quedar.
Hoy veo aclarar el día
después de tanto agitar el mar
y siento reinar la paz
tan tuya y tan mía.
Adiós tempestad.
Carlos Manuel
04/02/2010