Corazón empantanado

Seca mi corazón empantanado

como el sol con su ardor las camisas.

Que cuando las azote el viento

tiriten la ausencia de frío.


Igual que el agua pesada

se volvió con el vapor alivio,

tu nombre en mi oído

no quedará escondido aunque ya te hayas ido.

No lo hará si hoy me tiendo

y espero entre la demás ropa del tendedero

que me seques o me inundes.


Si me secas solo podrán los cactus brotar

y si crecen mucho quizás consigan darme sombra.

Si me inundas podré por fin estrenar las branquias de mis sentimientos

para poner a prueba mi corazón sumergible cien besos.


Sécame o ahógame.

Pero tu ausencia prolongada en mi vida

se suma a tu presencia continua en mi alma

y esa mezcla en mi cabeza desordenada

me da sed al beber y después de cruzar desiertos

no noto como se cuartea mi cuerpo.