¡Corazón, corazón!
¿Cuándo te vas a sosegar?
Soy cautivo de tus emociones;
y a veces los sueños me vinculan.
Navego por los mares
de un país remoto, donde habito
en las noches de tormentas
esperando con ansia tu regreso.
Aunque se complique la espera,
daré suelta a mis impaciencias;
y afloraré allí mis sentimientos,
cual río que se encamina a la vida.
Marcharé, pero con retorno.
Te facilitaré una parte de mí,
para que sepas que nunca te olvido.
Te dejo mi alma siempre contigo.
Si me quisieras,desearías mi mano
hasta hacerte del todo mío,
y te guiaría al lugar más deseado.
Te llevaría a vivir con las estrellas.