Así está mi cerebro,
hecho un caos,
con una obsesión permanente,
algo que me acompaña a todas horas.
¿Y ella?
¿Cómo estará ella?
¿Pensará en mí?
Supongo que no importa,
aunque me preocupe más su estado que el mío,
supongo intentará olvidar todo,
intentará olvidar el desayuno en la cama,
mis comentarios en cualquier estúpida película,
intentará olvidar mis “cosquillitas“,
mis besos mañaneros y los nocturnos,
intentará olvidarlo todo.
Lástima que yo no pueda hacerlo,
vivo obsesionado,
vivo pendiente de un tono de teléfono
y una conversación
que me devuelva a mi antiguo yo.