AGUÁRDAME EN TU INFINITO

Intentando averiguar,
la razón de mi amargura,
descubrí que no hay placer,
sin una porción de tortura.
Y si intento resolver,
la tristeza que me embarga,
esto es porque sin duda,
se convierte en una carga.
Aunque ponga de mi parte,
y por mucho que me empeñe,
espero que con el tiempo
inventen un manual,
que la solución enseñe.
Quise recapacitar,
acaso fuí yo el culpable,
y por vueltas que le diera,
no hallé excusa razonable.
Ahora que con el tiempo,
vislumbro un poco de luz,
desciendo de la tiniebla,
despojandome de mi cruz.
Añorando con nostalgia,
y lamentando mi suerte,
aquellos tiempos vividos,
que te fuistes de repente.
Algo te alejó de mí,
pero por fin comprendí,
que la culpa no fué mía,
que tuvo que ser así.
¿ Que fué cosa del destino
o quizá casualidad ?
Lo que sí tengo muy claro,
es que se acabó el dolor
y empezó la libertad.
Ya solo queda aguardar,
que volvamos a estar juntos,
y nuestras almas se fundan,
por toda la eternidad.