Oda a un amor fiel.

Tal vez te llame en este ocaso y estes en compañìa de aquel, el no sabrà nunca mi nombre, yo serè un sueño sin mañana, sin ayer. Quiza el te tomarà del brazo en la inocencia de un atardecer, y caminarà contigo seguro de ti, jamas pensarà entonces que hay en tu lecho un nuevo amanecer. El ira orgulloso a tu lado, tù alta la frente, sonrrisa franca, le besaràs un dìa jurandole amor, Dios guardarà el secreto de nosotros dos. Fuistes mìa, permaneceras con èl, y cada noche dormiràs pensandome, anhelando en tus sueños el placer del amor puro y escondido en braza en la hoguera secreta de un ayer. Asì nos vendran los años viejos, antiguos como candilejas de adioses, tu amandome siempre iras a su lado, digna esposa, ferviente amante, un dulce sueño en tu corazòn de mujer yo serè. Nunca sabrà el amigo y señor que este indomable soñador bebiò en la misma copa de licor donde el se embriagò, solo con la inmortal diferencia al rendir cuentas, que entre nosotros dos verdaderamente nacio el AMOR.