Perdóname, Señor,
Perdóname, si caigo
En tantas de las “malas tentaciones”
Con que me tienta el Mundo,
La Carne y el Diablo.
No son tales Caídas, sin embargo,
Las que me pesan más
De mis muchos Pecados.
Nada me pesa más,
Nada me pesa tanto,
Señor, como me pesa
Resistir a las “Buenas Tentaciones”
Con las que de continuo Tú me tientas
A que siga tus pasos,
A que lo deje todo por seguirte.
Mas me quedo parado,
Señor, después de oírte,
Y a tus tiernos reclamos
Permanezco Impasible.
Decirle sí al Diablo,
Al Mundo o a la Carne,
Es pecado que tengo por muy grave;
Pero, Señor, decirte a Ti que no,
Cuando con Voz tan suave
No dejas de llamarme,
Me parece Pecado imperdonable.
Señor, cuando me llames,
Aunque sea a la rastra,
Hasta a Ti atráeme.
Y, una vez atraído,
Ya no me dejes nunca que me vaya.
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!