Caballeros no me toméis a mal

Nocturnos escriben los hombres poetas
Las mujeres qué escribiremos a los hombres
Ahora que el mundo ha dado la vuelta
Y todo parece estar de cabeza
Los galanes brillan por su ausencia
Y si acaso ves alguno un día
Persígnate porque puede ser
El mismito Lucifer
Caballeros no me toméis a mal
Yo la verdad os quiero relatar
Una verdad que saben con seguridad
Pues en sus padres tuvieron el ejemplo
Mi relato cortito ha de ser
No deseo distraeros mucho tiempo
Y sin afán de causar molestia alguna
Aquí les dejo una historia de amor
Ella quince años contaba en su haber
Él ya tenía diecinueve cumplidos
Ella parecía toda una mujer a sus años
Y él, él un caballero a la antigua
Monje parecía más bien el chico
Sus costumbres y raíces eran severas
Y nada dejaba que desear a sus padres
A la que dejaba deseando era a la chica
Tan caballerito era este chico
Que nunca quiso llevarse a la chicuela
Que de haber sido por ella... hubiera ido
Esos tiempos de santos y castos muchachos
Se debe haber debido en gran parte a la mujer
Cuya conducta ante tal decencia no podía desmerecer
¡Ah, qué tiempos aquellos! Todo tan santo
se quedaban las mujeres con las ganas de besarlos
eso ya era casi un pecado o al menos un compromiso
Qué les pasó a esos chicos que ahora de mayores
no desean recordar aquellos tiempos, los maldicen
Cuánto nos perdimos las chicas y más terminamos perdiendo
Con la liberación femenina que terminó con los caballeros
Aquellos que sublimaban su amor a lo etéreo
Y sabían hacernos tan felices con un te quiero
Nos rozaban tan sólo con el pensamiento
Y mientras más devota la chica era
Más aprecio le tenía su caballero
Aquí termina este relato que ustedes quizá no vivieron
Eran otros tiempos decían mis padres y yo me reía
Pues ahora sí que son otros los tiempo y yo
Yo deseando un caballero de aquellos
Lara Elra Cira
¿Qué les tocará ver a mis nietas?