Amor, regálame tus brazos
que mi alma helada,
se colme de amor al sentir tu abrazo.
Regálame tus manos,
que acarician mi alma con tanta ternura,
como suave seda, como melodía,
abrázame con mimo, con ansias de amores.
Tómame las manos,
que con solo tocarte te hablan
y te cuentan lo mucho que mi alma te ama.
Regálame una sonrisa,
llena mi vida con la alegría de tu corazón
que late acompasado cual suave melodía,
y roza mi alma,
como pétalos al viento,
en una noche clara de luna llena,
brillante y plateada,
que se refleja en los luceros de tus ojos negros.
Regálame tus palabras,
quiero escuchar el sonido de tu voz
cuando pronuncias mi nombre.
Chelo Álvarez
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