...al cabo él era como una roca

prometido en escucharme
entre huecas voces que venían de la memoria
a distintas horas, sin saberlo.
Parecía avergonzado,con dudas y miedos
con las manos y la boca ocupadas
sintiendo el sonido del estómago;
miles de frases que brotaban
con la alevosía de un ladrón que vigila
las entradas de una casa
para encontrar el justo momento
para desvalijarla.
En este estuche de roca,
nadie puede esperar un engaño
con tanto cuidado y esmero,
de este poco tiempo, logré enamorarme,
y ella se sintió culpable
por no poder corresponderme,
por no encontarnos en la frontera
de dos caminos.Nunca quiso aquello,
pensó que vivía una doble vida,
entre confesiones de una eterna despedida.
Esa misma noche, apresado
en las visagras del dolor,
lamí las heridas, releí su último mail
y en mí aumento ese desazón
que en estas horas es tan largo
como el serpenteo de un río.
Mi doble vida ahogada en un frasco
de una sola mentira, de una sola traición
que nunca llegó a ser real,
jamás una emoción
fue fingida.Caí rendido
sobre los rayos de una tormenta,
en la consumición del habla
en la certeza que aquellos tres meses
fueron reales como cada canción.
En este estuche de roca,
guardo la esmeralda de su boca,
los rizos que recogía en una coleta.
En este estuche de roca,
Apresado en el volar de una cometa,
cincelando con las hojas sueltas
que anegan tristezas,
en estas horas, que el viento asoma
y saborea la miel del paladar.
En este estuche de roca,
escucho su voz susurrar
a su corazón viajar,
donde la paz de mi única mentira
fue alejarla de su tristeza.
Ella nunca sabrá la verdad
aunque siempre tendrá dudas,
vivirá con ello, le será dificil hacerlo,
al fin y al cabo él era como una roca.