“El alma camina a lo invisible por el miedo.
El tiempo pasado es como
el aliento de un voraz incendio
que hostiga desde atrás
sin estar detrás.”
( Pablo Arnau Paltor, “Otoño en Glasgow y algunos
Poemas de amor).
En las calles mojadas,
insoportable soledad del agua en el tiempo estancada.
En las calles oscuras,
resplandor enojoso de las farolas
ya apagadas.
En las calles aún empedradas,
constante desgaste de unas piedras
heridas por las huellas de un fiel carruaje,
siempre puntual a su cita.
En las calles viejas de mi alma,
ruido apresurado de unos tacones alejándose,
amortiguado por la paulatina sordera
de mi memoria.
En las calles viejas de mi alma,
se van alejando unos tacones
buscando, quizá, en otras calles
su morada.