Desde que no te veo ni te miro
cuantos son los llantos
que me evocas y me provoco,
tantos que no los creo todos mios.
Mi mirada son salinos precipicios,
fuentes sin esperanza ni fe.
Por doquier lejana te atisvo,
confundido te llamo
pero no hay sitio en que ponga la vista
que no sea una ilusion, un espejismo.
Por los ojos me lanzo,
y siento la liviana cruz de mi ser
que es no querer ver mas alla de ti.
Dulce tormento, pasion errada,
no as de verme como yo
con el mundo atrás y delante tu?.
Que triste es el recorrido de mi vision,
mirar, parpadear y perderte
siempre entre la multitud.