Noches que rigurosas caen
., detrás de los cristales
empañados de nostalgias,
tristezas invernales.,
empujes de los vientos
impiadosos de montañas.
Ojos escondidos desde el alma,
ven el frío dejado en ideales
reflejando todo. brutalmente
con desolación espesa,.
que abarca un todo y nada
en mi morada.
La soledad grita, cuando se provoca
para aturdir con llantos… desesperada
y en los copos de nieve juguetones
envidia al mismo cielo.
por cubrir con manto de piedad
la tierra seca y embelezada.
Perros de hambres.apretados
es el frío conocido.
¡de intemperies ganadas!,
y es la impotencia misma
que agiganta la mirada,
y sin pedir permiso
acompañan la “patriada”.
Escarchas transparentes,.
encuentros de madrugadas
entrevero opaco
en la tierra pisoteada,
y en lupas cristalinas
la realidad arraigada,
agradeceré consejos
que hace tiempo no escuchaba.
Troncos que chillan de calor,
pretenden contagiar el alma empecinada
el aura espera ansiosa.
delante., gélidos cristales
de añoranzas lejanas,
por la lucha a brazos
¡emblema de lealtades!
¡transparencias contagiosas!
y verdades olvidadas
Los nubarrones se escapan
¡grietas que se abrieron forzadas
en la vida acreditada!,
ganancia en años de alborozo,
en la cosecha "la mueren"
quemando lentamente,
con mil heladas mal jugadas;
deseosos de pagar facturas
con espalda enajenada
Edgardo Ruiz Beldarrain
versión 05-10-10
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!