ESPERANZA***

"ESPERANZA"
Me detengo ante el espejo
viendo mis primeras canas,
y sé que no están lejanas
las horas de ser un viejo.
No sin cautela me alejo
culpando al espejo aquél
de mentiroso e infiel,
de engañoso y de burlón
y le digo al corazón
que todo es un oropel.
Mas, no es sólo la vejez
que está a punto de llegar;
algo nuevo va a pasar,
pues, con plena lucidez
llega a mí la madurez
y paradójicamente
mi pasado está presente
cual cúmulo de experiencias
donde, de todas las ciencias
hay una sobresaliente:
es una ciencia admirable
hecha de pasión humana
y de esencia tan arcana
que se vuelve impenetrable.
Es una ciencia inefable
pues se trata el amor.
No existe un aula mejor
para aprender de la vida
que amar, amar sin medida,
aun en medio del dolor.
La experiencia no se inventa
ni se sueña, ni imagina.
La experiencia es una mina
que a la realidad sustenta.
Siempre celosa y atenta
se forja con los aciertos,
sin descartar los inciertos
errores que cometimos,
en donde a veces sufrimos
la aridez de los desiertos.
Yo siempre vivo soñando
el cielo que Dios me ofrece
y sé que me pertenece,
no por estarlo esperando,
sino porque voy amando
lo que el Señor también ama;
arde en mí la fe y se inflama
como llama luminosa,
como antorcha do' se esboza
tan celeste panorama.
¡Oh juventud pasajera,
sigilosa y engañosa!
Juventud, mudable esposa,
dulce y mágica viajera,
de mi vida Primavera,
de lo mejor de mi vida.
¡Oh juventud fementida
que te ausentaste de mí
sin que yo pensara en ti,
sin razonar tu partida!
Hermano: toma conciencia
de cuán presto el tiempo pasa.
Los cimientos de tu casa
-tómalo como advertencia-
has de colocar con ciencia.
Disfruta tu mocedad
siendo fiel a tu verdad,
saborea tu ilusión
al compás del corazón;
pero con honestidad.
Aprende el tiempo a medir
y accede a cada segundo
cual si fuere el fin del mundo
y el fin de tu porvenir,
pues en este devenir
existencial no hay reposo,
y el gozo puede irse al pozo
ante cualquier titubeo.
Da esperanza a tu deseo
y prudencia a lo riesgoso.
Tu espíritu a la sazón
por siempre joven será
y con él se amasará
el sueño del corazón,
lo mejor de tu razón,
lo más selecto de ti.
¡Ah, como te ves me vi
ya hace tiempo, muchos años!
¡Si supieras qué de engaños
lisonjeros padecí...!
No te apegues solamente
a las cosas materiales.
Son efímeros cristales
que con saña, impunemente
atacan tu fe y tu mente.
Mejor, con paso seguro,
siembra para tu futuro
semillas de eternidad
y ante la vil falsedad
construye un dique y un muro.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC (Derechos reservados)