Buscando ayuda

Buscando ayuda a mi aflicción
Fui a refugiarme nuevamente
En Tu sagrada Palabra mi Señor
Quise encontrar ahí
Socorro para mí sufrir
¡Una palabra!... ¡una esperanza!
Que aliviara mi dolor
Como en otras ocasiones mi Dios
Tus consejos quise oír
Entonces con afán leí
Los proverbios que a Tu pueblo diste
Altísimo Señor, de mi alma el Protector
Allí pude encontrar la razón
De en su socorro no dejarme ir
De no dejarme poner alivio
A su atribulado y equivocado corazón
Pensando yo que el sufría, ¡que moriría de aflicción!
Cuando en otros caminos, por otros derroteros
Buscaba para su vida la solución
Me dijiste con amor:
“La sabiduría hija mía
ella te llenará de discreción,
ella te abundará de inteligencia
y ambas te librarán
del hombre de lengua perversa
y de endurecido corazón”
Serás librada prontamente
de aquel que insensatamente
dejó los caminos rectos
y anda en tenebrosas veredas
que haciendo el mal se alegra
que son torcidos sus caminos
y extraviadas sus sendas
Te libraré con prontitud
aunque desfallezca de dolor
tu afligido y frágil corazón
del extraño, del ajeno
que halaga con su lengua, tu corazón
del que con rabia abandona
de su juventud la compañera
olvidándose del pacto que con su Dios hiciera
Luego me hablaste, del fin que le espera
si no cambia el rumbo, de su torcida vereda
llenando mi corazón
de angustiada desesperación
de dolor e impotencia
viendo la equivocada senda
que lleva el dueño de mi amor
Esa es la razón, mi Dios y mi Señor
¡Compañero de las mil batallas!
Luchadas todas con y por amor
que para el ahora yo te pido
con las lágrimas de mi afligido
y enamorado corazón
Una nueva oportunidad,
para el dueño de mi amor
Quiero para el mi Señor
de los amores, el amor
un nuevo Roshajaná
una nueva primavera
que ponga paz a su corazón
y de alivio a mi dolor