Aquí estamos otra vez, en este congelado instante
tu mirada encontrada en la mía,
tus labios entreabiertos en unas palabras que jamás dirás,
y aquí está otra vez mi fantasía, mi dulce razón para vivir, mi deseo, mi esperanza.
Sólo acariciar tu pelo, y poner mis dedos sobre tus labios, para romper el sello,
para que hables, mientras el mundo alrededor, se convierte en gélida nieve estática;
mientras revuelven mis dedos tus rizos negros, mientras todo mi universo se reduce a tus ojos de dorada miel.
Y mientras hablas.
Es dulce y triste, mi querido amigo, pero di mi vida a esta fantasía y sólo estaré en paz si la veo realizada, si cuando dejan mis dedos tus labios, dices que me amas.
Nunca habÃa leeido algo que me calara tan hondo el alma,escribes muy bello,además me identifico mucho con tu poema SIGE ASI!!!!!!!!!!!!!!!!!!