Ella aun esta en el torbellino de mis ideas.
En mi vida nunca fue, la luz fría de la luna,
desde siempre fue mi sol, sin excepción alguna.
Es energía, su rayo de luz y calor que me rodea.
Nunca la imagine como arcoíris en mi cielo,
ella no es descomposición de luces en colores,
es el edén soñado, de color real de lindas flores
que alegró mi vida, más allá de mis anhelos.
Siguen juntas nuestras almas en armonía,
juegan juntas como niños y, frágil mariposas.
En mi corazón su imagen en paz reposa
y ya no son sufrimientos las melancolías.
Mi amor por ella no se consume ni me consume,
pues es, y siempre será el centro de mi universo,
también sigue siendo la esencia de mis versos.
Lo vivido y gozado por ella y en ella, es perenne.
Autor: Alcibíades Noceda Medina