¿Alguna vez más?- Epítome del vacío que dejas tras de ti

“Desde el principio, todo estaba escrito en aquellos cuerpos, hasta de los excesos nos agobiamos; jamás sabremos cómo vivir en lo permanente; vivimos en la búsqueda constante de la certeza, esperamos nunca encontrarla”
-Alejandra Jaramillo-
Un orgasmo más.
una caricia, un beso menos
para implorar o prodigar,
Eternas horas de muerte
Se avecinan
Invencibles, victoriosas
Cabalgan en el amanecer.
Volvemos a ser simples mortales;
El eterno caos y su devenir.
Odio al amanecer,
Pues con el, se desvanece tu luz,
Con nostalgia sobrevivo a los días,
Sólo por la promesa de algún nuevo atardecer.
Somos habitantes
De la noche.
Nos amamos en sus sombras.
O, al menos eso intentamos.
¿Excesos prohibidos,
o envidiados?
Dispersas por el suelo
Se encuentran nuestras ropas,
las ideas y los cuerpos.
son nuestras mentes
las que vibran,
y desatan la furia de algún dios
que nos condena
a sólo sentir lo que sentimos.
Somos portadores
de su frustrada maldición
y sufrimos por su envidia.
Somos pequeños y miserables,
estamos solos
pero eso, ya no nos importa;
nuestras cárceles destellan,
interfieren con la luna llena;
es por la luz de las estrellas
de la que están hechas.
Somos uno sólo
Y somos nada;
pues el cuerpo
trasciende al amor
y aunque a veces lo necesitamos.
el sexo, no es más que sexo.
Somos inmortales
y perfectos
hasta que completemos
el naciente recuerdo.
La creciente energía
nos levanta del suelo,
las mentes libres
trascienden al cielo,
los cuerpos no soportan más
y sus contenidos se
empiezan a escapar,
nos acercamos al sol y
lo acompañamos en su nuevo ascenso.
Las mentes se queman,
Los cuerpos estallan.
Somos .
escombros
diseminados por el suelo.
Miedo y dolor,
angustia y agonía.
otro crepúsculo se acerca.