Desde la butaca del sentir .

¡Contemplo y digo!
que maravillas tiene Dios
para reservarnos el espacio
la emociòn y la palabra.
Cuando en el momento inesperado
nos resguarda del dolor y el abandono
nos deletrea la palabra justa
para que desde el alma
surga nueva sensaciones optimistas y alegres.
Nos da vuelco y entrega la porciòn justa
en que dura la pena
nos cerca el silencio y nos da en ese espacio;
el consuelo divino.
¡Me dìo la fortuna de ser madre!
de ser mujer y ser mamà todos los dias del año
ser enfermera, profesora, ministra ejecutora
tantos roles sin escoger y que supo
que ni el cansancio, ni la fatiga
mermo, el amor incondicional
ni mi dulce entrega.
¡Desde la butaca del sentir, doy gracias!
¡Gracias a la bella vida!
al gesto que me hizo entender
que el amor surge en los momentos màs inesperados
que cuando hay fe, el amor sobrevive
a pesar del tiempo, catàstrofes e imprevistos.