Alma fría

Todo mi mundo puede llegar a ser una gran mentira.

Todo aquél que llegó a amarme,

partiría de cero sin tenerme a su lado.

Todo se debe a una forma de amar enfermiza

pues los sentimientos se apagan en mis adentros

y resurgen entre otro cuerpo y otra piel.

De mi boca salen palabras y promesas 

que al final nunca cumpliría y aunque en el presente

ese sentimiento sea muy fuerte, con el tiempo se vuelve yermo

y florece entre otras manos y labios diferentes.

Enamoradiza, dirían algunas lenguas,

mentirosa y mujer sin principios serían otras pero por más que lo intento,

no puedo evitar que mi fuergo arda y mi pecho tiemble,

ante el amor y la pasión de aquél que sepa transmitirlo con la mirada.

Sabe mi virgencita que de mil formas,

le he pedido anular mis sentimientos 

pero despiertan con fuerza y resurgen de entre las cenizas

y aunque tape mis ojos, atraída por el deseo,

llego hasta el hilo que pende de toda mi vida,

para cortarlo y empezar de nuevo.

Aún dejando grandes heridas, a quienes me amaron,

mi alma se vuelve fría.

Estoy condenada pero a la vez ansío,

esta forma de vida.