Esperaba tu sonrisa,
pero mostraste un vómito sordo,
lo largaste sobre mi,
esa es mi realidad actual, me dije,
no debo extrañarme por esta,
tu reacción animal,
al principio eras una idea sutil en mi cerebro,
sueños,
alegrías,
sonrisas cómplices,
llamadas por celular,
cada hora,
minuto y segundo,
adoraba tu tiempo,
el sonido de tu voz,
ahora me pareces tan confusa,
excremento de una gata en celo,
que limitado parece tu cerebro,
imposible que pueda funcionar con menos neuronas,
al menos son tres,
que conozca,
una es la que hace sonar tu celular,
la otra dedicada a funciones musculares,
la tercera está en estudio,
la OMS la tiene aislada para no provocar una epidemia,
ahora cada vez que te veo desde lejos,
siento un dolor en el estómago,
se me mueve todo el aparto digestivo,
posiblemente presiente tu vomito psíquico,
me alejo alegremente,
cantando,
en otra dirección,
disfrutando mi libertad,
lejos de ti,
de tus conflictos neuronales
y de tu reacción animal.