Un buen día, llegué a una granja
bañada de luz de día,
le pregunté por su nombre
a un granjero que veía
y me contestó el buen hombre:
se llama "Rincón de Poesía."
Vi que la tierra era fértil
y el clima muy favorable,
y probé a sembrar semillas
de versos y de poemas
en esas tardes serenas,
bajo un Sol de maravilla.
Fui sembrando con el tiempo,
en una labor paciente
y fue en verdad un gran contento
el ver que mi sentimiento
germinó abundantemente.
A menos de un mes de iniciada
la siembra de mi poesía,
hoy la veo multiplicada
más allá del horizonte,
suavemente festoneada
de romance y de armonía.
Coseché ya comentarios
y unas cuantas votaciones
en esos afanes diarios,
colmando mis ilusiones
con tantas satisfacciones
en este afán literario.
Pero la mejor cosecha
no fue la de los poemas
ni sus calificaciones;
sino la de corazones
y nacientes amistades
que han dejado satisfecha
a mi alma con sus cualidades.
Un día, sembré de poesía
mi parcela, con esmero,
hoy cosecho la alegría
de tan bella compañía
en mi poético sendero;
no soy tan mal jardinero,
hoy florece el alma mía.-