¡Aunque nos duela el alma!.

A veces las sonrisas por fuera, indican llanto por dentro

parecemos que somos de hierro pero en realidad somos de cristal

¡Qué ironía! como ocultar lo que sentimos

para no hacer sufrir a quienes queremos sin hacerlos llorar.




Se puede fingir lo que uno quiera, pero una mirada lo descubre todo

hay que aprender a demostrar que no pasa nada

esquivar los ojos sin mirar de frente para que no descubran que estás lastimada.




Existe la tormenta y la calma, las sonrisas y las lágrimas…

el dolor nos trae las mayores enseñanzas

no todos lloramos de la misma manera

amamos con miradas, sufrimos en silencio; ¡Aunque nos duela el alma!.