Somos la dicha imposible de este amor prohibido
que en la noche silenciosa amores reclama
y con los bellos placeres nuestra alma se inflama
de tanto quererte, mi amor, soy tu consentido.
Eres la dama sensible que siempre he querido
y sabes cuando en silencio mi alma te llama
porque sabe que ella es tuya, y mucho te ama,
y para ella yo soy, tu ser preferido.
Ven alma mía a buscar los tiernos amores
que para ti bella flor, los sigo güardando,
y así te sigo esperando, bella consentida.
Dame el amor que tu tienes con suaves dulzores
que mi alma y todo mi ser te está reclamando
ese amor tan tierno, amor de mi vida.
El poeta
desconocido.
11/4/013