Recuerdo nuestro primero días, aun hoy,
cual sol radiante surgiste, lleno de amor,
sensitiva y pura, bella como una flor,
desde entonces cautivado por ti estoy.
Si, es el amor, siento su presencia,
acentúa tu mirada y esa sonrisa plena,
enfatizas el dominio de la escena,
donaire y singular es tu decencia.
Atrajiste a mi corazón tu esencia,
la pureza de tu alma todo adorna,
siempre cordial, que jamás declina.
También tanto valoro, tu prestancia
en todo momento y en cada instante.
Cual niño estoy de ti siempre pendiente.