Solos Tú y Yo, en la noche perdidos,
cubiertos por el ropaje del deseo,
desnudos de verguenzas,
ansiosos de caricias y de besos...
Voy recorrièndote de a poco todo el cuerpo,
cada poro de tí me es conocido,
el olor de tu piel lo absorvo dentro
y mis labios se aferran allí en tu orgullo erguido...
Mis manos se me pierden recorriendo
en el suave sendero tus caminos.
Y Tú me vas bebiendo despacito,
bebièndote mis mieles, comiendo de mi nido...
Se nos pasan las horas, no hay sentido
del tiempo, ni recuerdos.
Solo somos dos cuerpos que se funden en uno.
Y me aferro a tus ansias,
te aferras a mi sexo.
Y allí, entre cóncavo y convexo
nuestros cuerpos unidos, acoplados a un tiempo,
en pasión, sentimientos.
No existe nada más, disfrutemos Amor
nuestros ricos momentos...