Contigo conspiré, cual un ciego bucanero
de un barco pirata, ensoñado e ilusorio,
en cada mástil de la vida los agujeros
de las balas cómplices, cañones aleatorios,
jugué en tu isla, con los planos y las cruces,
los pasos justos, de un tesoro corrompido,
me saqué la camisa y te pedí que uses
la faja de cuero de un puñado de atrevidos,
me jugé en las espadas, de Salgari ilusionado,
en cada parloteo de las viejas predicciones,
abordé a los enemigos, les grité aquellos legados
los saboteé en sus ademanes, de tantas perdiciones,
maestro indisciplinado, tigre de la Malasia,
surcan mis lágrimas tus mares sin postigos,
me debitan tantas cosas sin siquiera una falacia
me callan mis pasados, porque vivi mi infancia contigo.