Duerme el silencio, suspira la noche,
gime el amor, muere el reproche.
Vuelven las alas de tul a los sueños,
llora el corazón de los amantes sin dueño.
Como envenena el temor a la soledad,
cuando la noche está cansada y tiene ganas de llorar.
Asoman en el cielo los primeros rayos del alba,
que traerán al corazón una deseada y tensa calma.
En el aire está la esencia de un llanto dolorido,
y en un cielo estrellado, las lágrimas que se han perdido.
Vuelven las dulces mentiras, arropadas con la fragancia del desengaño,
y al despertar golpean el alma los ecos de una sentida poesía.
Vuela la imaginación del triste corazón que sufre y sueña…
26-11-06
J.M.P.Poeta