Cruzan el cielo rayos luminosos,
luego, el estruendo, destrucción y caos
y en la conciencia de los belicosos
un débil eco les repite: AMAOS...
Gritos, alarmas, llantos en la tierra;
humo, terror, espasmos y sollozos.
Se va la paz y en su lugar la guerra
siembra a su paso muertes y destrozos.
Desolación, anticipado infierno;
pánico, lutos y devastaciones.
Cada momento pareciera eterno.
Cada lugar un nido de escorpiones.
Hombres con hombres luchan, sanguinarios,
retando a Dios, sintiéndose a sí mismos
dioses y dueños plenipotenciarios,
y lo serán...; pero de los abismos.
La sinrazón, el odio, la venganza,
son de los hombres hoy los comensales
que en su egoísmo manifiesto a ultranza,
se han olvidado de que son mortales.
Nunca el amor en ellos hizo mella.
Nunca el amor para ellos fue importante.
Nunca la Cruz en ellos dejó huella
y en actitud osada y arrogante,
rechazando de Dios los mandamientos,
en sus almas la luz está en afelio,
pues viviendo sin fe y sin sentimientos,
es un cero a la izquierda el Evangelio.
Son más viles las ráfagas de su odio
que es el dios de su loca fantasía,
erigiendo para él un rudo podio
donde van a rendirle pleitesía.
Aún mantengo, maltrecha, la esperanza
de que reine la paz sobre este caos,
porque pienso que un eco de bonanza
seguirá repitiéndoles: AMAOS...
Heriberto Bravo Bravo SS.CC
Heriberto: El amor todo lo puede,llegará un dÃa en que será escuchado ese "amaos" y reinará la paz sobre este caos,solo el amor nos hace libres y nos rescata del rencor,como dice San Agustin: "que sea el amor la raÃz de tus obras de la que solo puede brotar el bien"...con la fe ,puesta en que pronto llegará ese dÃa seguimos orando por la paz..... atipica