Madurando sin remedio

Con el tiempo, la edad y el momento
Con los golpes, la razón y realidad
Con deseos, añoranzas o tormentos
Con la intención de ser yo nada más
Acostumbré a mi razón a ser conteste
respondiendo a un afecto con amor
Son detalles que enaltecen a un ser vivo
en los que apuesto con sentido y razón
El miedo a enfrentar a lo perdido
cegó en pate la respuesta de mi voz
Se decantan las vivencias que nos gustan
Se archivan los amores de redor
Se analizan los errores cometidos
llegando prontamente a una conclusión
El correr ya no es mi amigo paciente
La humildad, junto con la intención
salieron sin retorno, ambas de mi vida
y voy haciendo como el tic tac de un viejo reloj
Dejo pasen los segundos y sólo tañe la campana
cuando marca una hora el reloj
Ya no pretendo más de lo que puedo
Ya no concibo ser alguien mejor
Ya no me inscribo en el libro de los otros
quiero en el mío, ser, el que lo escriba yo
Empujar las olas que se acercan a la orilla
Frenar la lluvia, la caída de las aguas
Apagar la luz del sol de la mañana
Ocultar de un cielo despejado, a las estrellas
o acelerar con fuerza a la creación
son empresas que por imposibles se niegan
como obras que ha realizado Dios
Ya no pretendo correr en el invierno
No se me ocurre dormir durante el día
No me imagino a estar en soledad
en la espera tan sólo de otro día
No pienses que me he vuelto sordo
que mis ojos no destacan la belleza
que mis oídos no aspiran los susurros
o mi boca ya no sienta la sed de ti
Mas, si alguna vez no respondo al llamado
si alguna vez permito descansar mi voz
es tan sólo el miedo de expresar sentires
entre otras cosas el descubrir, a alguien, mi amor
samuel akinin