AMAR... AMAR EN SILENCIO

¿Acaso, una vez más me sucede,
si preguntara por el eco del silencio,
escucharía una respuesta que antecede,
en el principio, al mismo silencio?
Busqué, entre las letras de la filosofía,
el porqué, el qué, el cuándo, el dónde, y un para qué
una causa, una afirmación, un fin, y no sé
cómo decir el diseño de la sabiduría,
que, oculta entre los vaivenes, encontré.
Y me dejé llevar de su mano, sin darme cuenta;
y, más allá, de las ironías, quizás,
aprendí, de una vez, a callar sin más,
y ver, y sentir la paz, a pesar de la tormenta.
Nada comprendí, y nada pude decir.
sólo amar, grande como el mar y simple como el arroyuelo,
y comprendí que amar, amar de veras es morir,
sin entender ni escuchar la voz del cielo,
amar perdonando, oh perdón que hace vivir,
y amé; pues, amar es nacer y existir,
siempre amando; amar en silencio, sin ruido ni palabras,
porque amar lo explica todo, incluso al silencio del amor.