De ausencias y nimiedades.

" EL AMOR MAS FIEL DE MI VIDA" Ha decir verdad y excluyendo el machismo idiota que rodea a cada hombre de este planeta, supongo que en este presente del siglo XXI, ser sensible es una blasfemia para una sociedad llena de prejuicios e hipocresías. Me he vuelto demasiado sensible, muy susceptible a ciertas sensaciones de la vida diaria, entonces imagino que escribir me impone una liberación irrestricta a por lo menos, expresar con palabras determinadas percepciones y búsquedas aleatorias a mi personalidad. Este don o como se llame, que me ha dado alguien en el momento en que el espermatozoide y óvulo unieron sus deseos de procreación para alimentarme nueve meses en el vientre de mi madre y luego extraerme para respirar en serio, decía este don es una de las pocas maravillas que en mis primeros tiempos de soledad, puedo gozar. Siempre dije y lo sostengo que la poesía no es mi fuerte en la escritura, pero deberé refutar ciertos aspectos de esa aseveración. Escribir un libro, un ensayo como este, una novela, es una concatenación de hechos y circunstancias ya preestablecidas de antemano, que si bien nacen en el momento de escribirlas, pueden modificarse una y cien veces, porque tienen que tener su tiempo de elaboración, de establecer un patrón de secuencias y generalmente la objetividad queda de lado en el pensamiento del escritor. La poesía, nace se reproduce y muere en ese mismo instante en que se escribe, no se modifica generalmente, y quien la escribe, por lo menos en mi caso, no establece ningún patrón ni elaboración previa. Sale así del alma, del sentimiento, del amor o del odio, de la verdad, etc. Cuando uno la va escribiendo no piensa, siente, no acude a un diccionario para con que rima tal o cual palabra para que quede bien, perfecta, sutil, suave.... La rima sale sola, es tal vez explicar lo inexplicable, no se puede precisar la exactitud del instante justo, en que lo que uno siente se traslada al papel. " Puedo escribir los versos mas tristes esta noche....", Neruda seguramente no modificó un ápice de su escrito original, le salió tan de adentro que por la belleza eterna de esas prosas, lloraron millones de personas, entre las que me incluyo, esa es la poesía, es esa fantasía que no se piensa ni se explica...se siente! Quizás el alma de todo poeta tenga alguna química especial, algún detalle o toque celestial, pero de una cosa estoy seguro, escribir es un desahogo tan sano y maduro, que a veces sospecho que desde mis quince años, este amor por la poesía y viceversa, por lo menos hasta ahora, es el más fiel que he encontrado.