Amarse en misterio de la noche

La noche extiende sus brazos queriendo

aprisionar el alba con puñales,

puñado de luz despiertan mortales

y cortinas de mis ojos fue, abriendo.

La media luna se quedó sonriendo

de los apresuramiento anormales,

pues, los de la noche en los matorrales

se ocultan muy presuroso, corriendo.

Preludio y la noche ya develaron

sus misterios, mientras tanto pronuncio

yo tu nombre, sin nombrarte siquiera.

Almas gemelas de nuevo volaron

sin miedo al destino, aún no renuncio,

pues en amarse no existe quimera.

Autor: Alcibíades Noceda Medina

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Cuando comparto tu amor descubro una vida encantada de felicidad interior inaccesible a seres egoísta...