Un cuarto de alquiler, una ventana; cuatro paredes, un cuadro y mi guitarra; Y un borracho recuerdo que dormita; En esa que hoy sin ti solo es...La cama. Otrora fué una hoguera de pasiones. Mil veces tu humedad pintó en su lienzo, un cuadro en el que yo te cabalgaba; Dibujado en color orgasmo intenso. La cama fué pañuelo de tu llanto; Y fué quien tus sudores enjugara; Y fué testigo y complice en secreto, el dia que tu inocencia me entregaras. La cama fué diván, tambien fué mesa; area de juegos, amiga y compañera. Y ahora que no estas yo me pregunto, si está hecha de hielo o de madera. La cama que era un mundo...se hizo vieja; Ahora rechina o tal vez siempre lo hacia, Es tal ves que perdido entre tus piernas, yo no escuchaba nada...Solo ardia. En ella cabía el cielo y la lujuria; Dos cuerpos sudorosos, dos pasiones; cuarenta fantasias, cuatro sueños, y mas de mil quinientas ilusiones. Hoy se ha vuelto pequeña pues no cabe, la tristeza durmiendo en mi costado; Se encima sobre mi, me ahoga, roba el aire, y me lastima el vino que he tomado. La cama hoy no me espera...Me rechaza; No me archivó tu olor para vivirlo; Compadece en silencio mi delirio, y soporta mi cuerpo resignada; Me dice muda que yo sin tu presencia, no soy mas lo que fuí...Yo no soy nada.