AMO LA CRUZ QUE LLEVO

Amo la Cruz que llevo como pesada carga,
la Cruz que Tú pusiste, Señor, sobre mis hombros,
por más que a veces sienta que la jornada es larga
y que el camino todo se me llena de escombros.
Amo las frescas aguas de las cascadas blancas
donde cual cervatillo satisfago mi sed.
Amo saber que pones a mis anhelos trancas
cuando me estrujan tanto quedando a su merced.
Amo lo que dispongas, a tu querer me ciño
por más que ente mis ojos las estrellas se apaguen;
por más que se me enfríe mi corazón de niño
y entre siluetas vanas mis suspiros divaguen.
Igual que al sol le pasa cuando llega la tarde,
me oculto tras los montes de Ti, de mí, de todo.
Mi espíritu es tan débil que me siento cobarde
y ante Ti me presento todo lleno de lodo.
Pero entonces me miras con tu mirar de estrellas
y reluce en la noche tu luz esplendorosa,
al llevarme en tus brazos puedo ver que las huellas
que dejé en el camino fecundaron la rosa.
Solo entonces encuentro que mis pasos han sido
solamente los tuyos y que mi corazón
entre cada suspiro y entre cada latido
rememora el misterio de tu sacra Pasión.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC