Por un tiempo siempre algo queda,
de lo que fuimos, somos y seremos
barca quieta sin necesidad de remos,
es como quedar junto en la vereda.
Tú en el emporio, yo en la roqueda
y ya unidos, ambos llegaremos
al principio o al fin y así sabremos
si es más vida o más muerte la greda.
Lo que no borrará, ni aún la vida
o la muerte, pues son las dos parejas,
es la noble amistad, que no se olvida,
cargada de silencios me consejas,
ignorando nuestra última despedida
no sería de adioses, sino de quejas.
Autor: Alcibíades Noceda Medina