He querido mirar hacia el cielo
y decirte Padre.
Que los lazos que ligan mi alma
paz divina son.
Pues cogida por las ondas tuyas
danza el alma mía,
y goza amorosa
contigo mi Dios.
-
He querido mirar hacia el cielo,
y decirte Padre.
Que el perfume que embriaga mi vida
es tu puro amor,
y es la flor que en tus prados preciosos
de aguas cristalinas
me brindas Señor.
-
He querido mirar hacia el cielo,
y decirte Padre.
Que al pasar por el puente bonito
de bellos rosales
y almendros en flor.
Glorifico tu nombre y tu gloria
fundido al paisaje
de tierno color.
Y al sentir como guías las aguas,
de tus frescos ríos
húmedos de amor-;
siento en mi tu palabra amorosa
y duermo en tus brazos
cual niño inocente
mi amado Señor.
-
He querido mirar hacia el cielo,
y decirte Padre.
Que si un día estuviera a tu lado,
¡que satisfacción!-.
Sentarme a tu mesa
entre ángeles tuyos
bellos Serafines
Y Tú mi mi Señor.
-
Embriagado de aromas preciosas,
de incienso y romero
y tomillo en flor,
aceite y canela
para ungirte Amor.
Y besar en tus plantas divinas
sintiendo en mis labios
tu piel dulce y suave,
Amor de mi amor.
El poeta
desconocido.
16/2/013