El excelso pianista se lucía esa noche
tocando de forma increíble e impecable
la difícil partitura de una obra.
El público aplaudia con derroche,
el sentimiento era algo inexplicable.
Ante tanta emoción, cada palabra sobra...
Nadie se explica como se inspiraba,
definitivamente era todo un maestro.
Su brillantez aturde y emociona.
Afuera, noche fría, el viento resoplaba.
Solo el pianista sabe su secreto.
Frente al teatro un auto se estaciona...
Es una dama sola,pide al taxista espere un momento,
temerosa y pensando, se acerca hasta la puerta,
el sonido del piano adentro retumbando.
La emoción la detiene, lastima el sentimiento.
No pretende dejar la herida abierta,
porque sabe que aún lo sigue amando...
Se detiene un momento, lo medita,
el concierto ya casi finaliza.
Será solo un momento, se repite.
Solo mirarlo, una vez más y lista!
y quizás regalarle una sonrisa.
Armada de valor ya se decide...
Entra al teatro, se acerca al escenario.
Mágica aparición para el pianista,
quien dando rienda suelta a su emoción
completa y dá un concierto extraordinario.
Quizás mañana una página amarillista
expondrá su talento como burda pasión!...
El público aplaudía delirante,
la dama sollozaba en una esquina
y el artista llorando agradecía,
pero solo tenía ojos para su amante.
Ella con su mirada se despide y su alma asesina.
El sabe que la pierde...desde antes lo sabía...