El Retorno del AVE Fugitiva.

Poema

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Libélula azul  del desconcierto

en el verde plumaje del estruendo

así fue la voz  y la palabra

del lejano viajero en el regreso.

Ah, la mentira desdicha muchas veces

queterminó no siendo nunca la verdad

en la conciencia a medias.

Presencia irreversible del silencio,

de la presencia  en oquedades de la selva,

de la agreste Chontalpa

de la azul oquedad del lacustre entorno,

razones sin razón que ansiaban  fundamentar

las verdades dichas a la mitad de la distancia,

pero ampliadas con la presencia reticente

sin ánimo de lidiar y conciliando

los recuerdos de otra  edad,

de otras personas,  guardadas

en los recónditos del alma

y de otras uniones  en la mitad del ánsia.

Irreverentes en el espacio

de los cuatro soles,

de cuatro luminarias de nostalgia

incandescentes del filial amor,

de cuatro puntos cardinales,

y tú, en medio de las ninfas,

cual lucero vespertino

fulgurando en el ocaso

del azul contrastante con el verdor nativo

del adánico Eden y de la Eva trotadora

de jìcaros espacios de verdeazul estanque.

Ah, la presencia  temerosa

del viajero suplicante

con solo voz en pecho

y el poema entre las manos,

palpitante, hecho de sangre.

En la Rosa palpitante cerca el alma,

mojada en matinal rocío de tarde,

mas, no fue suficiente,

por todos los recuerdos persistentes

plantados en el tiempo

de Un pasado intemporal

en el núbil corazón

de floreciente mujer hecha de espumas

en el inmenso contraste

verdeazul  del Sureste caluroso y amante.

Esa vez la palabra y el vuelo

no fueron suficientes,

la súplica insistente

no logró quebrantar el muro interminable

del NO rotundo e irrelevante,

y así el AVE silente

retornó sin reproche

a encontrar el nido aquel,

en los silencios irredentos de la noche.

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Para MECHE.

Con el amor lejano de

TANGUYÚ.